La terapia robótica podría ayudar a la recuperación de pacientes de accidentes cerebrovasculares

El dispositivo robótico ayuda a estos pacientes a recobrar las funciones motoras superiores.

La terapia robótica ReoGo
Foto cortesía de motorika.com

La terapia robótica conjuntamente con la fisioterapia convencional, puede ayudar a mejorar cierta función (la movilidad del brazo y del hombro inmóviles) en las extremidades superiores afectadas de pacientes que han quedado paralizados tras un accidente cerebrovascular.

Esta información forma parte de los resultados obtenidos en un estudio preliminar (un ensayo aleatorizado), presentado por la doctora Kayoko Takahashi, terapeuta ocupacional del Hospital Universitario Kitasato en Kanagawa de Japón, en las Conferencias Internacionales sobre Accidente Cerebrovascular.

El dispositivo robótico utilizado para el estudio se llama ReoGo, fue fabricado por la empresa israeli Motorika Ltd. y consta de dos plataformas conectadas entre sí; un asiento con un anillo apoyabrazos y un monitor que envía señales que dirigen el brazo mediante una sucesión de movimientos que se ajustan al nivel de movilidad normal de las articulaciones del brazo (hombro y codo).

ReoGo, puede ser programado en 5 niveles distintos, según la discapacidad del paciente. El más alto asiste automática y completamente sus movimientos, en tanto el más bajo es totalmente guiado por él. Mientras el paciente se va recuperando, el dispositivo le permite mayor autonomía en sus movimientos.

Estudio de la doctora Kayoko Takahashi patrocinado por Teijin Pharma Ltd

Para el estudio Takahashi, y sus colegas reclutaron a 56 personas con una edad promedio de 65 años, que habían sido tratadas en distintos hospitales de Japón, como consecuencia de un accidente cerebrovascular, que había producido diferentes grados de hemiplejia en la extremidad superior. En todos los casos había pasado, aproximadamente, unos 50 días entre el accidente y el tratamiento con el dispositivo robótico.

Para medir la función motora basal luego de un accidente cerebrovascular, se utiliza la Escala de Fugl-Meyer (FMMS), que va de 0 a 100, considerándose 0 hemiplejía y 100 función motora normal. El rango para las extremidades superiores va de 0 a 66, en este estudio. Los pacientes con puntuación menor a 30 son considerados discapacitados moderados.

Se destinó a un grupo de pacientes una rutina de rehabilitación y a los otros una diferente. Diariamente por un período de 6 semanas, un grupo fue sometido a 40 minutos de terapia ocupacional - fisioterapia estándar, más 40 minutos de ejercicios dirigidos a realizar en el hogar. Mientras el otro grupo, también recibió el mismo tiempo de fisioterapia estándar más 40 minutos de terapia con la ayuda del robot. Comparando uno y otro, posteriormente, en el segundo grupo existió una mejoría en el movimiento de concordancia de la extremidad superior.

Posteriormente los grupos fueron subdivididos según la funcionalidad, es decir aquellos que obtenían una puntuación mayor a 30 puntos se clasificaban en deterioro moderado, mientras los que alcanzaban menos de 30, deterioro de moderado a severo.

Los resultados arrojados señalaron que aquellos pacientes que más se favorecieron con la terapia robótica, fueron los que presentaban una funcionalidad más baja es decir menor a 30, por lo cual los que padecen de una hemiplejia moderada a severa serían los que más beneficios obtendrían con este tipo de terapia.

Según la doctora Takahashi, si bien aún queda mucho por investigar y no se sabe con exactitud el porqué la terapia robótica mejora la funcionalidad de pacientes que han sufrido hemiplejia, se cree que puede tener relación con la plasticidad del cerebro. La repetición sistemática de ciertos ejercicios, movimientos, contribuye a reeducarlo acerca de cómo hacer funcionar la extremidad afectada.

Consideraciones de otros especialistas al respecto

Un estudio en la misma línea, anterior al de la doctora Takahashi, había sido publicado en 2010 en la edición online del diario Medicina de Nueva Inglaterra. En él se indicaba que pacientes con apoplejía sometidos a terapia robótica recobraron ciertas capacidades en sus funciones motoras superiores, incluso si el accidente cerebrovascular se había producido ya varios años atrás.

Darcie García por su parte, terapeuta ocupacional de Baptist Hospital de Miami, quién utiliza terapia robótica en fisioterapia del hombro, codo y muñeca, sostiene que la principal ventaja de este tipo de terapia es la repetición que logra la maquina, algo que nunca podría conseguir un fisioterapeuta. Señala también que el dispositivo interactúa con el paciente, realizando por él los movimientos que este no puede hacer y en la medida en que lo logra, desarrolla la capacidad de hacerlo por sí mismo, la ayuda del robot decrece.

Seguidamente les presentamos un video provisto por la empresa productora de ReoGo: